Creo en el valor verdadero de la palabra escrita y si alguien escribió una cosa como esta, seguro que ha de ser cierta.
Pero como para un científico la comprobación empírica lo es todo, durante quince días me dí a la bebida en forma desenfrenada. El opio me costó bastante obtenerlo, como entenderán, porque no estamos en el siglo XIX y en Argentina no es ni libre ni fácil. Pero una vez que mi amigo Juan/Wang me lo consiguió, me lo embutí conjuntamente con todo el ron del que fui capaz, lapicera en mano y papel en mesa.
Tristemente debo confesar que no me salió ni “Un entierro prematuro” ni “El Gato Negro” ni mucho menos “Ligeia”Me pregunté qué pudo haber fallado, porque escribí las mismas tonterías a las que estoy acostumbrado, sólo que más ilegibles y más olvidables.
Entonces, en un servicio a la comunidad y partiendo de la premisa de que el alcohol y la droga convierten en artista a cualquier idiota, redoblé la apuesta por Ud., querido lector émulo de Poe, que quiere escribir tan brillantemente como él y no sabe qué le falta. Por favor, tome nota de algunos detalles adicionales que lo llevarán sin dudas a la fama.
Son las…
20 Lecciones para escribir “El Cuervo” como Edgar Allan Poe
1) Nazca en Boston pero críese en el sur de los Estados Unidos. Preferentemente, intente que esto ocurra en el siglo XIX (no excluyente)
2) Quédese huérfano a los tres años.
3) No sea adoptado jamás. Viva con un matrimonio que lo tenga temporariamente por espacio de veinte años, mientras a su hermana de sangre la recibe otra familia.
4) Sea criado por una nodriza negra (esencial para escribir cuentos de muertos o aparecidos)
5) A los cinco años lea magazines escoceses e ingleses que abran su mente e imaginación.
6) A pesar de que nadie lo quiera tanto como para adoptarlo legalmente, consiga una muy buena educación escolar. No desdeñe lo que pasa en las calles de su ciudad, Richmond preferentemente.
7) Escuche de primera mano historias contadas por capitanes de veleros. Podrían servirle para escribir relatos como “Manuscrito hallado en una botella”
8) Viaje a Inglaterra y Escocia siendo un niño aún. Sienta los rigores de esa educación escolar.
9) Peléese a muerte mil veces con su casi padre adoptivo. Ame sin condiciones a su casi madre adoptiva que también lo ama a Ud.
10) Domine y traduzca las lenguas clásicas.
11) Vaya a la universidad pero un año solamente porque su casi padre adoptivo no le da un centavo de más.
12) Por el mismo motivo, al regresar derrotado de la universidad, váyase de su casi casa paterna.
13) Hágase soldado y luego inscríbase en West Point.
14) Harto de la vida militar, hágase expulsar ex profeso de la famosa academia solamente para no violar el juramento iniciático.
15) Viva en la pobreza más absoluta intentando ser el primer escritor de los Estados Unidos que intenta vivir exclusivamente de lo que escribe.
16) Cásese con su prima de 13 años que nunca madurará del todo, y jamás la abandone.
17) Vístase siempre de negro.
18) Lea todo lo que encuentre por ahí, sistemáticamente.
19) Búsquese una granja en las afueras de Nueva York. Asegúrese que la finca tenga un busto de Palas Atenea (es un excelente lugar para escribir la ansiada poesía)
20) Luego de perder a su madre, pierda a su casi madre y a su esposa.
Querido amigo, ya está en condiciones de escribir “El Cuervo”. Recuerde que también debe recitarlo de este modo:
“Las damas, sobre todo, estaban fascinadas oyéndolo hablar. Edgar lo hacía admirablemente, seguro de sí mismo, pisando, por fin, el terreno que durante tantos años había tanteado. Su conversación…alcanzaba a veces una elocuencia casi sobrenatural. Modulaba la voz con asombrosa destreza y sus grandes ojos, de variable expresión, miraban serenos o infundían una ígnea confusión en la de sus oyentes, mientras su rostro resplandecía o manteníase inmutablemente pálido, según que la imaginación apresurara el correr de su sangre o la helara en torno al corazón. Las imágenes que empleaba procedían de mundos que un mortal sólo puede ver con la visión de un genio…”
Ahora, claro está, debe beberse de un trago un vaso de ron y probar con el láudano…
¿Que no escribió El Cuervo? Lo siento muchísimo. A lo mejor no era como leí por ahí. Tal vez hiciera falta una insignificante pizca de talento que nada ni nadie se lo puede dar.
“Si un hombre que sólo sabe hablar de bueyes se convirtiera en tomador de opio, lo más probable es que sueñe sobre bueyes”Thomas de Quincey, “Confesiones de un opiómano ingles”