sábado, 29 de septiembre de 2012
La colombiana
En el piso de arriba
Vive una colombiana
Sin querer toca el sexto
En el ascensor
Y pone sus llaves
En mi puerta
y yo que cierro mal
Hace dos viernes
Se metió adentro
Me quedé quieto
y a ella se le cayeron las bolsas del supermercado
del susto
Fui amable
Pero el viernes pasado otra vez se equivocó
A las 2 AM
Y ya me fastidié
(Aunque sea hermosa)
El viernes que viene
La esperaré
Con unos negros fumadores de crack
Y látigos
Así la imagen fugaz
le queda grabada
Como regla mnemotécnica
Para que no se meta en mi casita
en mi vida
ni en mis cosas
Que aprenda de una vez
a apoyar la yema
De su dedo delicado
En el botón del séptimo
No en el sexto.
lunes, 24 de septiembre de 2012
¿Qué hago en Plutón?
El Jefe me dijo que la misión duraría seis meses y ya voy
para dos años. Se ve que algún problema hubo, porque nadie me viene a buscar: ni
Beto, ni el Capitán del Copa de Oro, ni nadie, che. Y ya me estoy poniendo
nervioso. No sé si es el paisaje siempre igual de congelado, o el agua para el
mate que de tibionga no pasa, o que estoy harto de hacer tragos frozen. Pero me
quiero volver a casa y sigo aquí en Plutón, dale mirar al cielo polar, esperando, y nada. Y si viene uno que
no para en la tierra, por lo menos que
me baje en Venus. Pero que alguien me rescate de Plutón porque yo, inventando
naves espaciales calefaccionadas, mucha maña no me doy.
lunes, 17 de septiembre de 2012
Puedes llamarme
Puedes llamarme Nick
Tomar una copa conmigo
Yo invito
Me cuentas tus penas
Yo las mías
Diremos que la vida es rara
Brindaremos por los buenos tiempos
Pasados, presentes, futuros
Borrachos
Dormiremos juntos
O simplemente hablaremos
Después olvidaré tu nombre
Tu historia
Tu rostro
Salvo que mañana
Regreses
En ese caso diré
Que puedes llamarme Nick.
Pintura: Carrie Graber
sábado, 15 de septiembre de 2012
Minuto noventa y cinco
Te podés sentir solo
Cansado
Maltrecho
Malherido
Por dentro y por fuera
Podés echarle la culpa a los demás
A los que te preguntan ¿cómo va?
Por compromiso
Podés hacerle cargo a tu destino
A tu educación sentimental
A vos mismo
Podés probar con autoayuda
Autocontrol
Cambiar de casa
De auto
De peinado
De amor
Haciéndote ermitaño
Hereje
Hermes Trimegisto
Hematocrito
Podés llorar lo que haga falta
Maldecir tu puta suerte
Agarrado a tus carencias
Sentirte prescindible
Y odiar a todo el mundo
A los que pensabas que nunca
te dejarían a un lado
Los amigos del campeón
Los amores para siempre
Que se olvidaron de vos
Aún caliente tu cuerpo
Podés odiarte
Besar el pasto mil veces
Salir en camilla
Sentir el corazón en la garganta
(¿imaginaste alguna vez
cuán rápido late
cuando el miedo lo atenaza?)
Todo eso podés hacer y lo entiendo
Porque a mi me pasa lo mismo aquí y ahora
Y aunque nadie te arrime un poco de agua
Piadosa y capituladora
Tenés que levantarte de nuevo
Como siempre
El partido sigue hasta
El minuto noventa y cinco
Y no debemos otra cosa
Que luchar para vivir
Y si una vez te toca
ganar
El partido interminable
Sabrás muy bien
A quien dedicarle
Tu victoria.
viernes, 14 de septiembre de 2012
George Clooney me tiene repodrido
Hace un mes que vengo soportando esto. Casi todos los días, a la derecha de la pantalla de Facebook, me aparece un enlace a una revista del corazón que dice "Las novias de Clooney" y muestra sus 14 mejores mejores chicas. Lo vengo soportando en silencio hasta hoy. Quiero decirte a vos, Jorgito, que mis mejores 14 no tienen nada que envidiarle a las tuyas, y sino te alcanza comparemos nuestras mejores 28, nuestras mejores 112 o nuestras mejores 448. Y te digo más, boludito. Si no me creeés encontrémonos en cualquier esquina del mundo, no sé si en tu casa italiana porque me parece que vivís en una isla y que yo sepa las islas no tienen esquinas, si preferís nos encontramos en Hollywood o en Carhué y Patrón, casi al límite entre Liniers y Mataderos, donde vos quieras. Venite con un pendrive lleno de tus chicas, yo iré con una caja de cartón (a algunas de mis mejores las tengo en foto tradicional y se las ve un poco borrosas porque no son de ayer ni de anteayer, pero la belleza es intemporal, ¿entendés?)
Además quiero preguntarte si con tus chicas estuviste en maratones sexuales que empiezan de día y terminan de noche, perdoname pero te veo algo afeminado y a las chicas, gélidas. También quiero saber si con tu novia Stacey, la luchadora (¿no tiene nombre de varón?) al terminar el desenfreno erótico podés hablar de literatura, fútbol, filosofía o política (todo en el mismo envase)
Me tenés podrido ¡INFELIZ!
http://www.gq.com.mx/articulos/las-mujeres-de-george-clooney/1154
sábado, 8 de septiembre de 2012
El cartero responsable
Es un cartero muy responsable. Nada de andar revoleando
misivas por puertas y zaguanes, eso sí que no. El cartero responsable entrega la carta
en manos de cada destinatario. Pero eso tampoco lo deja tranquilo. Hasta que la
persona en cuestión no abre el sobre y lee la carta en su presencia, el cartero
responsable no se va. No es que obligue a la gente a leer su correo en voz
alta, claro que no. Es respetuoso y le
basta con escrutar las caras. Enseguida sabe si se trata de un final o de un
comienzo: un despido del trabajo o un amor que se termina. El aviso al ganador de
un sorteo. O simplemente la apertura del sobre, un vistazo y la carta a la basura.
Entonces, el cartero da media vuelta y se va a buscar al próximo destinatario.
Una vez una señora le cerró la puerta en la cara. El cartero se trepó responsablemente
a un árbol (incluso con el bolso pletórico de cartas) y hasta que no vio la
cara de alegría de la viejita por la pensión que llegaba de Italia, no se
descolgó. Los peores momentos de su trabajo los pasó en tiempos de la guerra, no hacía falta ser muy
perspicaz para saber qué decían ciertos sobres que entregaba.
Al cartero responsable nadie le escribe jamás, y eso lo
tiene muy preocupado. No porque quiera hacerse de un amigo o de una novia, eso
sí que no. Ansía recibir una carta para ver qué tal trabaja el cartero de su
barrio.
sábado, 1 de septiembre de 2012
Clasiquitas
Caminando
por la arena me pregunto
¿por qué, quiénes, para qué?
Ninguna respuesta obtengo
hasta que veo la sonrisa de mi niña
construyendo palacios, no castillos
y entonces cualquier interrogante
pierde toda relevancia.
¿por qué, quiénes, para qué?
Ninguna respuesta obtengo
hasta que veo la sonrisa de mi niña
construyendo palacios, no castillos
y entonces cualquier interrogante
pierde toda relevancia.
La niña ya no juega
con muñecas
Ahora ve novelas en la
tele
Y pregunta qué hace
mejor
Si cantar o actuar
Yo le contesto,
ensimismado
Ella sonríe, soñadora
Y al despertar permite
Que juguemos juntos
Testamento
Me preguntan cómo me gustaría
que me recuerde mi hija mañana.
Como a todos, que su padre fue un buen hombre.
Que con errores, luchó para que la vida
la dañe lo menos posible. Que la amó.
Que le enseñó algunas cosas.
Pero esos deseos los tenemos todos los padres.
Mi sueño particular es que un día, revisando trastos en desuso
ella encuentre uno
con forma de poesía imperfecta
Y se diga que su viejo
no lo hacía tan mal.
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